“Vine a Chile por trabajo y de suerte encontré a esta familia que es Club Deportes La Serena, siento que la vida me dio otra oportunidad de lograr hacer lo que no pude en la universidad, estoy muy feliz de poder recuperar mi sueño aquí en Deportes La Serena”.
La defensa de 27 años, llega a cada entrenamiento con una sonrisa en su rostro y con todas las ganas de cumplir una nueva jornada de prácticas preparando los encuentros del campeonato nacional, con la energía y la felicidad de una persona que está cumpliendo un sueño, aunque muy lejos de su natal Pennsylvania
“Desde pequeña me han encantado los deportes sobretodo el fútbol, jugué en varios equipos desde los 5 años, siempre de defensa, el último año de colegio, en el año 2010, en el penúltimo partido del campeonato regional me lesione la columna, dos pequeñas fracciones en la parte baja de la espalda, fue horrible y estaba completamente devastada, había querido jugar fútbol universitario, que es la próxima etapa para los futbolistas en Estados Unidos que quieren llegar a ser profesionales, pero por mi lesión no pude correr durante dos años, ahí murió mi sueño de jugar a nivel universitario. Empecé a trabajar el año 2015 como ingeniera mecánica en un laboratorio en California y por fin completamente recuperada de mi lesión a la espalda empecé a jugar fútbol tres veces por semana en la hora de almuerzo, solo ´pichangas’ y siempre con hombres, me encantaba jugar esos partidos, me ayudaba a mejorar mi estado físico y la parte técnica, pero extrañaba mucho mi época de colegio, cuando jugaba en un equipo competitivo, pero al menos podía jugar y eso es lo más importante para mi”.
Margaux llegó a la región a trabajar en el observatorio Vera C. Rubin, su trabajo como ingeniera es clave para la construcción y el posterior funcionamiento de este nuevo observatorio:
“Soy ingeniera mecanica y trabajo en un nuevo observatorio, el observatorio Rubin, que está en el cerro Pachón, cerca del observatorio Tololo, aún está en construcción y nos quedan unos años antes de estar operativo, este observatorio será muy especial, porque puede ver luz más allá que los otros observatorios y a la vez puede ver un área mucho mayor del cielo, así que vamos a poder ver un montón de estrellas que nunca hemos visto antes. Yo trabajo específicamente en la cámara que vamos a instalar en el telescopio, la cámara la están construyendo en EE.UU y va a llegar en un año más a Chile y yo tengo que preparar el observatorio para su llegada, además tenemos una cámara un poco más pequeña que vamos a instalar para realizar unas pruebas, ya tenemos casi terminado el armado de esta cámara y tengo que preparar los procedimientos de instalación y conexión, además estoy encargada del plan de viaje de la cámara entre EE.UU y Chile, un tema bastante complicado porque es muy frágil y muy grande, así que hay que crear un soporte para la cámara dentro de un container para proteger los sensores durante el viaje”.
Aunque es un trabajo complejo y muy demandante, Margaux siempre logró buscar momentos para jugar al fútbol, pues nunca perdió el amor por este deporte, aunque nunca esperó que la oportunidad de cumlir su sueño se volvería realidad
“En mi primer viaje a Chile antes de mudarme,lo primero que pregunté a mis colegas fue ¿si me quedo en La Serena unos años donde puedo jugar fútbol? jaja. Y luego de mudarme oficialmente a La Serena en enero del 2020 comencé a jugar con los colegas del observatorio, solamente jugaba una vez por semana, era mucho menos que en California pero era mejor que nada, en febrero de ese mismo año mientras jugaba una ‘pichanga’ en Pinguinos club, me vio jugando gente de Deportes La Serena y me invitaron a probarme en el equipo, luego de unas semanas logré integrarme y así empecé en CDLS y jugando como lateral derecha sigo con todas las ganas de entrenar, mejorar y competir día a día”.
Es conocido que Estados Unidos es una potencia en cuanto al fútbol femenino, con grandes jugadoras, una liga muy competitiva y son las actuales campeonas del mundo a nivel de selección, para Margaux el apoyo desde las instituciones educacionales es clave para lograr un mayor desarrollo en el fútbol femenino:
“En Estados Unidos tenemos la mejor selección del mundo, yo me pregunto si alguna otra selección masculina o femenina ha ganado las dos últimas copas del mundo además de tres de los últimos cuatro juegos olímpicos, y yo creo que tiene que ver con el apoyo, yo veo que hay mucho más apoyo al fútbol femenino en EE.UU que en Chile, en parte porque allá es un poco más común que las niñas sean deportistas, muchas niñas juegan al menos dos años de fútbol recreativo cuando son pequeñas y tienen a grandes jugadoras como modelos a seguir. Otra gran diferencia es el rol que tienen las universidades en los deportes, en EE.UU hay un montón de universidades divididas en 3 divisiones para competir y eso potencia mucho el fútbol femenino, en la primera división universitaria los equipos tienen muchos recursos y es normal que una deportista juegue un par de años en la universidad antes de ser futbolista profesional, lo mismo pasa con los hombres, aunque las jugadoras no son pagadas en la universidad reciben becas de estudio, quizás sea un sistema menos eficiente que las academias de fútbol en Europa, pero funciona muy bien y aunque en Chile hay primera y segunda división no hay mucho apoyo como en EE.UU”.
Una vez concluido el entrenamiento, Margaux se despide del cuerpo técnico y se dirige a su casa, cansada de otra intensa jornada pero con la satisfacción de que a miles de kilómetros de su hogar está logrando cumplir su sueño.