El Granate logró un agónico empate a uno en el Santa Laura y lo mantiene a un paso de conseguir el anhelo que nadie creía hace unos meses: Continuar en Primera División.
“Línea, línea, ¡cuánto queda!”, gritaba desesperado Zacarías López. Sin embargo, el juez siguió con la mirada fija, sin emitir comentarios. López continúa con su inquietud y mira a la banca. “Araña, araña, ¡cuánto va!”. Pero Raúl Olivares no tiene cronómetro ni reloj, da unos pasos al costado y rápidamente consigue la respuesta. “Van 32, todavía queda hermano, todavía queda!”, le responde.
El nerviosismo era total. Con ese resultado parcial de 1-0 en contra el escenario se ponía color de hormiga. La sangre papayera corría por todas las venas de sus jugadores y quedó demostrado, pues lucharon hasta la última pelota. Jamás abandonaron la idea.
Incluso en ese último balón, en el 90 + 6, fue el propio Zacarías López quien subió a buscar el córner, que terminó con los abrazos de toda una región.
Punto de oro
El partido estuvo muy duro, sobretodo en el primer tiempo. Unión Española se creó un par de ocasiones de gol muy peligrosas, pero Club Deportes La Serena aguantó con oficio esos buenos pasajes del elenco hispano. Una de las principales figuras de este torneo, Carlos Palacios, se las ingenió para quedar más de una vez frente a frente con el meta granate, pero no pudo convertir.
Por su parte, los dirigidos de Miguel Ponce se iban acomodando minuto a minuto. “Encáralo, encáralo, te vas sólo!”, le reprochaba Humberto Suazo a su compañero Felipe Barrientos durante la primera etapa, en un desborde por la franja derecha que terminó sin peligro. Sentían que se la podían, que dependía de ellos, y que debían arriesgar un poquito para imponer la diferencia.
En la etapa complementaria llegaron los goles. A los `28, el juvenil sub 21 Felipe Méndez aprovechó un ataque por la zona derecha, y quedó muy cómodo en el punto penal para pegarle con todo el empeine y abrir el marcador. Uno a cero ganaba unión Española.
Golpe duro, pero los granates no bajaron los brazos. Buscaron y buscaron. Miguel Ponce probó todas sus variantes con Hormazábal, Monardes, Paredes, Medel y Brito, quienes ingresaron para darle frescura y buscar superar a Unión.
Y a los 90+6 llegó la algarabía total de la mano de Fabián Hormazábal, quien aprovechó un pivoteo que hubo desde un córner y la mandó al fondo de la red, generando la explosión en la banca granate y en toda la región. Empate a uno en el Santa Laura.
El objetivo está ahí, a la vuelta de la esquina y todavía sigue dependiendo de CDLS. Nadie dijo que sería fácil, pero está ahí, al borde cumplir lo que todos dieron por impensado hace unos meses. El milagro está a menos de 72 horas, que se definirá en el Estadio La Portada frente a Audax Italiano.